¡Bienvenidos al blog!

Este blog nace, como algunos de sus potenciales lectores ya sabéis, gracias a la asignatura "Entornos virtuales de aprendizaje y recursos digitales" del Máster de Didáctica de ELE de la Universidad Nebrija. 

El nombre elegido representa bastante bien cómo me siento ahora mismo, ya que aunque llevo más de diez años investigando procesos de aprendizaje de idiomas y enseñando todo tipo de asignaturas relacionadas con el inglés, me siento una verdadera novata del "universo" ELE, ¡sobre todo en comparación con alguno de mis compañeros del máster! 

Espero que este blog se convierta en un herramienta útil en la que pueda recopilar reflexiones, recursos y enlaces que aplicar en mis futuras clases de ELE. De hecho, aunque yo no he tenido nunca un blog, sí que lo he utilizado en alguna ocasión como herramienta de seguimiento del progreso de mis alumnos. En particular, hace unos años tuve un grupo de estudiantes que estaban en distintos destinos europeos trabajando y/o aprendiendo inglés, y les pedí que escribieran un blog semanal reflexionando sobre sus experiencias utilizando la lengua, las estrategias que estaban usando para aprender vocabulario nuevo, dónde y con quién practicaban, etc. En ese momento pude ver que el éxito o el fracaso del blog dependía mucho de la motivación individual, de la creatividad, y de la facilidad para escribir de cada estudiante, ya que mientras que algunos escribían entradas muy repetitivas, que casi representaban un "corta-pega" de entradas anteriores, otros dieron rienda suelta a sus pensamientos y crearon diarios interesantes e incluso profundos. 

Esto me lleva a terminar con la reflexión principal de esta semana: ¿Qué piensas que pueden aportar las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas? ¿Por qué? Creo que las nuevas tecnologías son un gran aliado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, siempre que las empleemos con criterio y que hagamos una evaluación constante de la experiencia en el aula. Es decir, es importante preguntarnos, primero, por qué vamos a incorporar determinada tecnología en nuestra enseñanza (por ejemplo, ¿aporta algo nuevo? ¿es motivador? ¿facilita el aprendizaje? ¿es accesible a todos mis alumnos?). Una vez que estamos convencidos de que vamos a usar dicha herramienta o recurso y lo ponemos en práctica, debemos reflexionar sobre su funcionamiento, (¿están cómodos mis alumnos con esta herramienta? ¿lo estoy yo? ¿ha sido tan motivador como esperaba? ¿se podría llevar a cabo la misma tarea de otra manera?), así como preguntarles a los alumnos de forma directa en ciertas ocasiones. A través de esta evaluación podremos comprobar si nuestro uso de las tecnologías es realmente productivo. 

Como ejemplo, terminaré comentando la foto que he decidido colgar en este primer post, y que me trae muy buenos recuerdos. En ella estoy con mis estudiantes del curso pasado después de jugar a uno de tantos "quizzes" de Kahoot! Aunque son veinteañeros, este grupo en particular disfrutaba muchísimo repasando los contenidos mientras competían los unos con los otros, y se lo tomaban tan en serio que más de una vez tuve que amenazarlos con echar de clase al siguiente que profiriera un taco. Aún hoy no estoy segura de quién disfrutaban más, si ellos jugando o yo viendo lo bien que lo pasaban y comprobando cómo merecía la pena invertir tiempo en casa diseñando los quizzes.

Los compañeros que habéis llegado hasta el final del post, ¿tenéis algún recuerdo similar relacionado con el uso de las tecnologías en clase? Si es así, animaos a compartirlo en los comentarios. Me encantará leeros.